• Hay que observar e identificar las zonas
que tengan árboles inclinados, pisos agrietados. Esto puede considerarse
amenazas de deslizamientos o derrumbe.
• Evitar hacer rellenos o cortes en terrenos
de pendiente fuerte. No excavar la base de laderas empinadas.
• No comprar, alquilar o construir en zonas
propensas a deslizamientos.
• No hacer cortes en las montañas si no se
está totalmente seguro de la resistencia de la ladera.
• No dejar que el agua se filtre en el
interior de la montaña: abrir zanjas, drenajes, alcantarillas que permitan el
desagüe ordenado del agua.
• Si habita en una zona de alta pendiente,
asegurarse de que su casa y la de sus vecinos estén firmemente construidas para
evitar que caigan unas encima de otras.
• Para detener la erosión que causa
deslizamientos, evitar quemas y talas, surcos en el sentido de la pendiente.
• Proteger las zonas cercanas a los
nacimientos de agua, arroyos y quebradas sembrando especies arbóreas.
• No amontonar basura o desechos en suelos de
pendiente porque terminan tapando desagües y hacen que el agua se filtre lo que
desestabiliza los terrenos.
• No permitir el uso de explosivos en
terrenos propensos a deslizamientos.